Noche de Oscars

Fue el año de "Bailando con lobos". Por aquél entonces la ceremonia se hacía en marzo y en lunes... y aquél lunes era lunes santo y estábamos de vacaciones de Semana Santa, sin cole. Así que decidí que nada ni nadie iban a imperdir que yo viera la ceremonia de los Oscars.

Esa fue mi primera vez y desde entonces, salvo un par de excepciones inevitables, he visto todas las ceremonias.

Mi vena cinéfila viene desde mi más tierna infancia. Mi primer cine fue sesión contínua de Dumbo y Mary Poppins en el desaparecido Cine España y, fruto de ser la hermana pequeña cuarta, en mi casa me dejaban ver casi todo (la excepción eran los maratones de Viernes 13 que hacía mi hermano 2.0 con un colega del instituto). Así silbaba yo la canción de "El puente sobre el río Kwai" o me sabía los diálogos de "La gran evasión" y cada mediodía, al volver a casa a comer del cole, me veía una peli de las que teníamos grabadas... muchos clásicos, no precisamente infantiles.

Después vino la campaña para abonarnos a Canal+ con el "Sólo por 20 duros al día"... lo logré después de dar mucho la brasa en casa y después mi tele, que aún conservo, aunque no se vea nada en ella al encenderla... mucho cine.

Y mientras, año tras año, mi trasnoche para ver la ceremonia. Grandes momentazos en éstos más de 20 años.  Momentazos, glamour, caspa, risas, aburrimiento, sueño, lágrimas, más momentazos, números musicales, horribles modelazos, bailes, carne de gallina... algunos de mis favoritos llevándose el premio, otras premios que no entiendo, pero no importa.

He tenido clase al día siguiente, he tenido que empezar a trabajar en un trabajo nuevo al día siguiente... mañana me estreno con "ejercer de mamá al día siguiente"... esperemos que éste año la ceremonia vaya rápida y pueda dormir algo ;-)

Y dentro de unos años espero no verla sola :-)

Yo ya tengo mi quiniela, el café, las galletas y las gominolas preparadas... y éste año ¡el iPad también!

¡La suerte está echada!