viernes, 16 de noviembre de 2012

Ciber acoso escolar

Últimamente ando preocupada. No se si será porque hemos tenido un par de noticias escalofriantes en las últimas semanas (ésta en España o ésta en Canadá) o porque me doy cuenta de que tengo sobrinos y una hija que algún día podrían verse en esta situación pero el caso es que le estoy dando muchas vueltas al tema de cómo Internet puede ser un arma de acoso escolar.

Me imagino que toda la vida hemos tenido que lidiar con gente capaz de menospreciar a los demás por algún motivo, gente a la que le gusta meter miedo para sentirse poderosa, personas capaces de burlarse de los demás sin tener un ápice de autocrítica. Están en todas partes y en todos los hábitos de la vida y sería demasiado ingenuo por mi parte pensar que algún día la humanidad desterrará ese tipo de comportamientos.

Cada día se habla más del acoso, el acoso en el trabajo, en la escuela. Probablemente estemos más informados que nunca pero también hay más herramientas que nunca para acosar.

¿De qué sirve que pidamos más atención a estos comportamientos en las escuelas si al hablar de acoso escolar antes eran insultos de pasillos y recreos a escondidas de padres y maestros, lo que antes eran bolas de papel en la espalda y notas de burlas y ahora se escapa del control de profesores y padres?

Internet es una herramienta educativa formidable. Nos abre un mundo de información al alcance de cualquiera, rompe barreras geográficas, sociales... pero también trae consigo su uso anónimo e indiscriminado para atacar al débil.

Ya no hace falta esperar a la salida del colegio para burlarse de alguien, ya ni siquiera hay que dar la cara. Puedes crearte una cuenta de Twitter y bombardear a mensajes al objetivo de turno. Puedes mandarle whatsapps riéndote de él/ella y no tienes que preocuparte de que nadie te vea.

Ahora el acoso se vive aún más en silencio.

Los jóvenes acceden pronto a la tecnología, ordenadores y móviles con acceso a internet se usan desde pequeños con una soltura que, en muchos casos, los padres y maestros no tienen. Ya no es sólo el problema de la brecha digital entre las generaciones, lo peor es que los jóvenes tampoco son del todo conscientes de la repercusión que tiene la información que dan de ellos mismos en tuenti, Facebook, Twitter, Ask y tantas otras páginas.

Podemos y debemos seguir los consejos para Padres 2.0 a rajatabla, y aún así se nos pueden escapar estos comportamientos. Hay páginas para aprender a identificar el acoso escolar como ésta o ésta de ciberacoso.

¿Saben los padres de esa niña cruel que se mete con otra compañera a través de una red social lo que su hija escribe? ¿Saben los padres de la niña acosada el calvario que pasa su hija cada vez que se burlan de ella?.

Debemos enseñar a nuestros hijos VALORES... esa palabra que ahora parece anticuada. Así, poco a poco puede que mi ingenuidad sobre el fin de las conductas acosadoras se vaya haciendo realidad. Y si todo eso falla debemos ser capaces de demostrarle a nuestros chavales que no tienen que tener miedo y deben romper ese silencio y contar lo que les pasa a los que puedan ayudarles. Es un calvario por el que no tienen que pasar... y menos solos.

¿Qué opináis? ¿Hay esperanza? ¿Qué podemos hacer? ¿Te ha pasado?

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Tía 2.0

Soy la hermana-pequeña-cuarta. Eso ha hecho que mucho antes de convertirme en Mamá 2.0 viviese la experiencia de convertirme en Tía 2.0.

Tengo la fortuna de tener cuatro sobrinos y una sobrina de los que sentirme orgullosa cada vez que me llaman "Tía Guada".

Con unos he tenido más relación, sobre todo de pequeños, por venir a pasar muchas horas a casa con la Abuela 2.0 y con otros menos, principalmente porque viven fuera, pero eso no me hace sentirme menos orgullosa.

Hoy es el decimotercer cumpleaños de mi única sobrina. Aún recuerdo la nevada que caía el día en que nació y el viaje a conocerla en Valladolid. Ahora tengo la suerte de tenerla de vecina y en estos años la he visto crecer y convertirse en la Marta que es hoy, con sus cosas de mayores...

Marta, te diría que no quieras crecer tan rápido, que cuando cumplas 16 te darás cuenta de lo que te perdiste con 13 y cuando tengas 20 de lo que hiciste con 16... así hasta ser TAN mayor como tu tía y darte cuenta de que con 13 se es todavía muy pequeño. Pero tienes 13 y te toca pasar por una época movida, como a todos... te toca acertar, equivocarte, enfadarte, ser rebelde a ratos y ser pequeña en otros ratos. Todos pasamos por eso al crecer. Pero no te olvides de que tienes a la familia cerca, que te quiere y está orgullosa de ti.

Y una de las cosas que más me gusta de las que hace mi sobrina últimamente es reflejar su amor por los bichos y animales en general con su última pasión por la fotografía. Así ha empezado un blog sobre el mundo animal y se ha convertido en La aprendiz de Linneo.


Espero poder seguir de cerca tus pasos haciéndote mayor y haciéndote bloguera...

Feliz cumpleaños, sobri :-)